Interrumpes el sueño en mitad de la noche, microdespertares
Te has despertado alguna vez con falta de aire
Sueles tener dolor de garganta o te enfrías con facilidad
Has empezado a tener episodios de apnea del sueño, privas a tu cerebro de Oxígeno porque dejas de respirar
Todos estos síntomas están directamente muy relacionados a un mal patrón respiratorio y pueden mejorar sustancialmente si empiezas a prestarle atención a tu respiración